Optica_Lopsy_historia-4

La historia de Óptica Lopsy

José Antonio Saavedra Díaz es, sin duda, un empresario relevante de nuestra ciudad. Nacido en San Juan de Piñeiro, (Mugardos) en 1929, ya desde su infancia destacó por su constancia, firmeza y tesón. Dotado de una gran inteligencia y capacidad de trabajo, muy pronto se distinguió como un estudiante modelo. A los catorce años dedicaba todo su tiempo a estudiar y trabajar. Tras aprobar un duro examen de acceso, comenzó su andadura profesional en Ferrol, dentro del ramo Artillería en el Laboratorio de óptica y química de la Armada. Contaba su abuela que, rendido por el esfuerzo, se quedaba dormido cada madrugada sobre los libros, para levantarse a las cinco de la mañana y acudir diariamente a su puesto de trabajo. 

Ya casado, habiendo nacido su primer hijo y dado su carácter emprendedor, decidió emigrar. A mediados de la década de los 50, se fue a Venezuela, como tantos miles de gallegos, persiguiendo sus sueños y su deseo de crecer como profesional y como ser humano. Gracias a sus conocimientos en el área de la química pronto consiguió su primer trabajo en el Laboratorio químico de la Refinería Shell, la más importante del país en aquellos momentos. Al mismo tiempo seguía estudiando a distancia a distancia en la Universidad de Philadelphia (Pensylvania) la Diplomatura de Óptica, carrera que concluyó y tras la cual montó su primer negocio, Óptica Saavedra. En los años siguientes fundó una cadena de ópticas (Óptica Saavedra) e IOVE (Industria Óptica Venezolana) la primera fábrica de monturas y laboratorio de lentes oftálmicas de este país. 

Con sus hijos todavía en edad escolar, y con una trayectoria profesional exitosa, tomó una difícil decisión de regresar a España en los años 80, donde comienza de nuevo, esta vez en A Coruña. Rodeado de inmejorables colaboradores y grandes profesionales, vuelve a demostrar su valía profesional convirtiendo a LOPSY (fundada en el 1987) en una de las empresas de óptica con mayor prestigio en Madrid, Lugo y A Coruña. 

Dándose cuenta de que en Galicia había, en aquellos años, una gran dispersión de la población, y con un acceso restringido a la prevención de la salud (en particular salud visual), decidió desde un principio acercar a todos los pueblos y aldeas una serie de campañas de prevención y asesoramiento visual y optométrico a lo largo de las cuatro provincias, y desplazar, no sin gran esfuerzo, todo un completo equipo tecnológico y humano para esta tarea. 

Fue tal el éxito de estas campañas que, aún 30 años después, la gente continúa con fidelidad acudiendo a LOPSY y agradeciendo toda aquella ingente labor realizada en aquella época. Este es sólo un pequeño ejemplo de la capacidad de trabajo y de ampliar caminos que ha tenido nuestro protagonista empresario. 

Pero el éxito no fue sólo profesional, José Antonio siempre ha contado con el inestimable apoyo de su esposa María Isabel Pazos Brage, que ha sabido acompañarle y apoyarle en todo momento junto con sus cuatro hijos (María Isabel, José Antonio, Mónica y Manuela) que siempre le han considerado como alguien de quien nunca se termina de aprender y que es un ejemplo a seguir como profesional y como hombre. 

Aunque ya está jubilado, toda su energía y espíritu emprendedor siguen en la empresa. Hoy, Lopsy continúa su andadura, en la que perdura la gran influencia y saber hacer de su fundador, siempre transmitiendo con su ejemplo ese dicho secular:  

“Desea una utopía, conviértela en un sueño y luego hazla realidad, pero nunca tengas miedo a luchar para lograrlo”