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Conoce el Síndrome del Ojo Seco

El síndrome del ojo seco en España afecta a más de 5 millones de personas. Se trata de una enfermedad multifactorial, compleja y crónica que afecta a la superficie ocular y que produce molestias, problemas visuales y, en algunos casos, lesiones en la córnea y la conjuntiva.

Es una patología que está experimentando un gran crecimiento en los últimos años, puesto que algunos de sus posibles factores desencadenantes podrían estar relacionados con el estilo de vida que llevamos actualmente: uso de ordenadores, smartphones, tablets u otro tipo de dispositivos móviles, exposición a aires acondicionados, uso de lentes de contacto…

El síndrome del ojo seco se puede diferenciar en varios tipos:

  • Ojo seco por deficiencia acuosa o mucinosa (ojo seco productivo): puede ser debida a distintas enfermedades como el síndrome de Sjogren, deformación de los párpados que impiden que la lágrima se distribuya homogéneamente o por la ingesta de algunos medicamentos como diuréticos o antidepresivos.
  • Ojo seco por deficiencia de capa lipídica (ojo seco evaporativo): en este caso se puede deber a alteraciones de las glándulas de Meibomio encargadas de producir la secreción lipídica, alteraciones en el parpadeo o el uso de lentillas.
  • Ojo seco mixto: en este caso hay problemas tanto en la capa acuosa de la lágrima como en la capa lipídica.

¿Cuáles son los síntomas del ojo seco?

Los principales síntomas del síndrome del ojo seco son:

  • Enrojecimiento ocular.
  • Sensación de arenilla o cuerpo extraño.
  • Ardor, escozor, picor.
  • Lagrimeo constante.
  • Cansancio y pesadez en los ojos.
  • Sensibilidad a la luz
  • Visión borrosa…

Todos estos síntomas empeoran en ambientes con humo, polvo, aire acondicionado…

¿Cuáles son las causas más comunes del síndrome de ojo seco?

El riesgo de padecer ojo seco puede aumentar dependiendo de distintos factores, como por ejemplo:

  • Ambientes con baja humedad: calefacciones, aire acondicionado…ya que aumentan la evaporación de la lágrima.Uso de pantallas: debido a la falta de parpadeo.
  • Lentillas: desestabilizan la película lagrimal, disminuyen la sensibilidad corneal y por tanto el lagrimeo reflejo.
  • Menopausia: los cambios hormonales aumentan la sequedad de las mucosas.
  • Determinados medicamentos: antihistamínicos, anticonceptivos, antidepresivos…
  • Cirugía ocular: en muchos casos suele ser temporal y se resuelve tras unas semanas.

¿Cómo podemos tratar el síndrome de ojo seco?

Hay distintas opciones de tratamiento: antiinflamatorios, corticoides, secretagogos…pero la lágrima artificial es el más común y utilizado.

La lágrima artificial imita a las lágrimas naturales, su función es proteger la superficie ocular, hidratar y estabilizar la película lagrimal propia y así mejorar la calidad de vida del paciente. Todo ello sin alterar la visión y que sea bien tolerada por el usuario.

¿Cómo elegir el colirio adecuado?

La elección del colirio, se realiza en función del tipo de ojo seco que hemos comentado anteriormente en este artículo. Te detallamos cuáles son las mejores opciones dependiendo de cuál sea tu tipo de ojo seco:

  • Evaporativo: están indicadas lágrimas con mayor contenido en lípidos.
  • Productivo:se usan lágrimas con mayor base acuosa.
  • Mixto: se trata con lágrimas artificiales con base acuosa y lipídica.

¿Qué actuaciones recomendamos llevar a cabo respecto al ojo seco? Uso de humidificadores para aumentar la humedad y reducir el ambiente seco.

  • Disminuir la temperatura de las estancias para que se produzca menos evaporación.
  • Limitar el uso de lentes de contacto.
  • Beber abundantes líquidos.
  • Usar gafas de sol.
  • Evitar ambientes cargados de partículas: tabaco, polvo…

¿Eres paciente de ojo seco, o crees que puedes padecerlo? Ven a vernos a nuestro centro óptico de A Coruña. ¡Pide cita, te ayudaremos!

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